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Plantación de Maiz

  • Agronomia_504
  • 4 abr 2017
  • 1 Min. de lectura

El maíz es una planta rústica de fácil desarrollo y su cultivo con judías y calabazas da una excelente combinación de nutrientes.

Si deseamos disfrutar del maíz dulce en pleno verano o de nutritivos platos de sémola de maíz o polenta a partir del otoño, entonces, tendremos que aprovechar los meses de abril a mayo para realizar las siembras en el huerto.


Aunque con frecuencia se equipara el maíz con un cereal, en realidad, se trata de una especie única (Zea mais), cuyos ancestros todavía no están claros y que desarrollan los pueblos precolombinos de América. De hecho, aun hoy en día sigue siendo la base de la alimentación en gran parte de las poblaciones de América y también de África.



Su cultivo en el huerto es relativamente fácil, aunque si queremos obtener grandes matas y abundantes y suculentas espigas, tendremos que abastecerla bien de agua y nutrientes.

Entre las infinitas variedades de maíz que podemos cultivar y consumir, existen tres grandes grupos con características bien diferenciadas: los maíces de grano grande y duro, aptos para elaborar sémolas y harinas y que se consumen mediante cocción; las variedades de grano pequeño y piel extremadamente resistente, que sirven para elaborar las populares palomitas; y las de granos tiernos y jugosos –maíz duce–, especialmente aptos para su consumo en fresco. Y en todas ellas podemos encontrar subvariedades con diferentes formas de granos y colores







 
 
 

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